El queso es uno de los alimentos más antiguos y populares del mundo. A lo largo de la historia humana, los quesos han sido elaborados de muchas maneras diferentes, a partir de diversas leches, como la leche de vaca, cabra y oveja.
En este artículo, nos centraremos en el queso elaborado con leche de oveja. Hay muchas variedades diferentes de quesos de oveja, cada uno con su propia textura, sabor y aroma. En este artículo, analizaremos algunos de los tipos más populares de quesos de oveja, según la leche empleada.
Uno de los quesos de oveja más populares es el Manchego, elaborado en la región de La Mancha, en España. Este queso tiene una textura firme y un sabor intenso y ligeramente salado. El sabor puede variar según el tiempo de maduración, que puede oscilar entre los 2 y los 12 meses.
Los quesos manchegos suelen tener una forma cilíndrica y un tamaño medio-grande de entre 2 y 4 kilos. Por lo general, el tiempo necesario para la maduración del queso Manchego es de 3 meses. Este tiempo es suficiente para que el sabor comience a ser intenso, pero no demasiado fuerte. Con el paso de los meses, el sabor del queso se vuelve más exótico y el aroma más fuerte.
Otro tipo de queso de oveja es el llamado "Cabras en el jardín" (Goats in the Garden). Este peculiar queso está elaborado con leche de oveja y de cabra y es trenzado en forma de una o varias pelotas. Una variedad muy particular del queso es el que tiene sabores más atrevidos, producido con trufas y pimentón.
A pesar de su nombre, no encontrarás ninguna cabra en el jardín para la elaboración de este queso. Los sabores de la leche de oveja y de cabra se combinan para dar como resultado un queso suave con un sabor intenso.
En general, los quesos de oveja tienen un mayor contenido de grasa y proteína que los quesos de vaca, y por ello suelen ser más cremosos y ricos en sabor. Además, la leche de oveja es más fácil de digerir que la de vaca, lo que lo convierte en una buena opción para quienes tienen problemas digestivos con la lactosa.
Otro popular queso de oveja es el Idiazábal, originario del País Vasco y Navarra, en el norte de España. Este queso tiene un sabor muy característico y un aroma profundo. Es un queso que se elabora con leche de oveja latxa vascas y raza lacha navarra y es posible observar su color tostado por haberse ahumado.
El queso Idiazábal suele madurarse de 6 a 12 meses, lo que le da un sabor más intenso y profundo. Además, durante la maduración, el queso desarrolla una corteza firme que lo protege y le da una textura más fuerte.
Otro queso famoso, pero en otra parte del mundo, es el queso Roquefort, originario de Francia. Este queso es elaborado con leche de oveja y es conocido por su color verde y su textura cremosa. Este queso es considerado uno de los más finos y caros del mundo.
El Roquefort es un queso de pasta azul, es decir, un queso en el que se desarrollan en su interior venas de moho. El aroma penetrante del Roquefort se debe al desarrollo del moho en su interior.
En conclusión, los quesos de oveja son una opción deliciosa para los amantes del queso. Con sus sabores intensos, cremosos y texturas distintivas, no te arrepentirás de probarlos. Cada tipo de queso de oveja posee cualidades únicas, y merece la pena probar cada uno de ellos para disfrutar de toda su gama de sabores.
Si eres un adicto al queso, no puedes dejar de probar los distintos tipos de quesos de oveja. Desde los intensos y robustos, hasta los suaves y cremosos, los quesos de oveja están repletos de sabores y texturas únicas que te harán volver por más.