Los quesos de oveja son una delicia culinaria. Su textura cremosa y su sabor fuerte y distintivo los convierten en un producto gourmet muy valorado. Además, los quesos de oveja son ricos en nutrientes y beneficiosos para la salud. En este artículo, nos centraremos en un tipo específico de queso de oveja: aquellos con aroma a frutos secos tostados. Exploraremos su origen, proceso de elaboración y características distintivas.
Esta variedad de queso de oveja es originaria de diversas regiones del mediterráneo, donde el pastoreo y el cultivo de cereales y frutos secos son comunes. Una posible explicación para su origen es que los queseros, al encender el fuego para calentar la leche de oveja, aprovecharon las brasas resultantes para tostar frutos secos que tenían a mano en la despensa, como nueces, avellanas o almendras. La fragancia resultante impregnó el queso, y con el tiempo se convirtió en una característica distintiva.
La elaboración de los quesos de oveja con aroma a frutos secos tostados es similar a la de otros quesos de oveja, pero con unos pasos adicionales para añadir el sabor característico. En primer lugar, se calienta la leche de oveja en una cacerola grande, removiendo constantemente para evitar que se queme en el fondo. Cuando la leche alcanza la temperatura adecuada, se añaden los cultivos de bacterias lácticas y el cuajo, que hará que la leche se coagule.
Una vez obtenida la cuajada, ésta se corta con un cuchillo en pequeños cubos que se amontonan en un molde. Es importante que el queso suelte parte del suero a través de los agujeros del molde para que después tenga la textura adecuada. Una vez moldeado, el queso se somete a una segunda fermentación, durante la cual se puede añadir a la superficie una mezcla de frutos secos triturados y tostados previamente. De esta manera, el queso absorbe los aromas y sabores de los frutos secos y adquiere un sabor y aroma único.
Los quesos de oveja con aroma a frutos secos tostados tienen una textura firme y cremosa, con una corteza que suele presentar motas múltiples de distintos tonos. Su sabor es intenso pero equilibrado, con matices de la leche de oveja y del fruto seco utilizado. Los frutos secos más utilizados en la elaboración de este tipo de queso son las nueces, avellanas o almendras, aunque puede haber variedades elaboradas con otros frutos secos, como piñones o pistachos.
Los quesos de oveja con aroma a frutos secos tostados son un complemento ideal para una tabla de quesos o para añadir a una ensalada o pasta. Además, maridan muy bien con vinos tintos potentes, como un tempranillo o un ribera del duero. También pueden acompañarse de mermeladas o confituras de frutas para equilibrar su sabor.
Los quesos de oveja son ricos en proteínas, calcio y vitaminas B12 y D. Además, contienen menos grasa que los quesos de vaca y menos lactosa, lo que los convierte en una opción apta para personas intolerantes a la lactosa. Los frutos secos, a su vez, son ricos en grasas insaturadas, proteínas y fibra, lo que los hace beneficiosos para el corazón y el sistema digestivo. La combinación de ambos alimentos en un solo producto convierte a los quesos de oveja con aroma a frutos secos tostados en una opción saludable y sabrosa a la vez.
Los quesos de oveja con aroma a frutos secos tostados son un producto gourmet que combina la tradición quesera con el sabor y aroma de los frutos secos más delicados. Su proceso de elaboración, aunque similar al de otros quesos, requiere un cuidado especial para agregar los frutos secos tostados en la superficie. Su textura cremosa y sabor equilibrado hacen de estos quesos una opción ideal para la elaboración de tablas de quesos o para acompañar ensaladas y pastas. Además, sus beneficios para la salud hacen que sean una elección saludable.